Los suelos de parquet son una de las opciones más habituales para los consumidores que quieren madera natural pero no quieren hacer una gran inversión.

El parquet está compuesto por madera maciza en diferentes medidas y acabados: 25x5x1 cm, 30x6x1 cm, 40x7x1,5 cm.

El parquet es un tipo de suelo muy avanzado ya que puede instalarse sobre todo tipo de superficies interiores siempre y cuando la superficie esté nivelada y sin ningún tipo de humedades , ya que es el principal enemigo de la madera.

Se limpia con facilidad y aporta calidez a tu estancia, siendo un aislante térmico y acústico, conservando un ambiente fresco en verano y cálido en invierno.

El parquet pegado se instala con tablillas de madera encoladas al suelo. Estas pueden ser de diferentes tamaños y tipos de madera. Después de haber instalado la madera, se procede a lijar y finalmente barnizado según sus preferencias, acabados en brillo, mate o semi-mate.

El tiempo de duración también es una de las principales ventajas del parquet pegado. En comparación con otros materiales, su vida útil es muy extendida. Incluso, si notas que le falta brillo o necesita un mantenimiento, se puede lijar y volver a barnizar.

Si alguna parte necesita ser reemplazada o reparada, presenta grandes facilidades, pues no tiene que adecuarse a medidas estándares de los fabricantes.

Existe una gran variedad de maderas que se pueden utilizar para estos suelos. Las más tradicionales son el roble, el nogal, el haya, el pino o el cerezo, entre otras.